Esteban Hecker

-Piano -

Criado en el corazón de San Fernando, su infancia transcurrió entre la calle Constitución y el Río Capitán. Esteban se interesó por la música, el piano y la navegación desde temprana edad.  Estudió tango y folklore con especialización en piano en el Conservatorio Superior de Musica Manuel de Falla mientras trabajaba como técnico mecánico en las redes de subte de la Ciudad de Buenos Aires. En 2014 fundó el Quinteto Clandestino con el cual ganó el tercer premio del Fondo Nacional de las Artes. En 2018 decidió asentarse definitivamente en la isla con su familia y su velero Matilde para fundar La Creciente, un quinteto de tango con raíces isleñas. También es profesor de piano, toca junto al colectivo Pianeres de Rio y divide su tiempo libre entre su familia, sus travesías a vela, y el tango.

Lucho Ortiz

-Bandoneón -

Nacido en la parte sur del corazón de Buenos Aires, el cuarto de seis hermanos, siempre tocó la guitarra entre amigos. Cuando fue a anotarse al conservatorio de música (EMPA), no había mas lugar para guitarra y entonces se anotó en bandoneon secretamente guiado por la estrella de Astor Piazzolla. Terminó estudiando con Alejandro Barletta, Rodolfo Mederos, Walther Castro y Santiago Segret. Formó parte de la Orquesta Típica La Vidú, la Orquesta Típica Suburbana y la Academia Tango Club. Hoy vive en el Arroyo Espera, es profesor de música, y cuida abejas junto a sus vecinos. Es un orgulloso integrante de La Creciente y un amante del delta por elección.

Matias Rullo

- Bandoneón -

Originario de Lomas de Zamora, heredó el amor por el tango y el arte de su abuelo, parte de la bohemia tanguera de la época de oro del tango. Amante de los matices y las sutilezas de Di Sarli y de la expresividad de Pugliese, Mati se suma a La Creciente cuando soplan vientos de sudeste, completando el septeto junto a Lucho Ortiz, otro fueye de zona sur.

Formado en piano y música popular en el conservatorio de Avellaneda, formó parte de la Orquesta Misteriosa Buenos Aires, hasta que se enamoró de la isla en una primavera, y decidió jugársela de lleno por el delta. Hoy es maestro de isla en la escuela 8 del río Espera, e integra el grupo musical La Tubatango.

Santiago Cotroneo

- Guitarra -

Influenciado por el amor al tango de su abuela en el barrio de Flores, Santiago se interesó por la musica desde pequeño. Autodidacta primero y estudioso férreo después, se unió a orquestas como Tango en Guardia y el quinteto del maestro Mauricio Marcelli desde muy joven con las cuales empezó a recorrer el mundo y el circuito nocturno porteño. Apasionado por la naturaleza y el medio ambiente, cursó su doctorado en agronomía y hoy se desempeña como profesor de agroecología en la Universidad de Buenos Aires. Vive en el delta del Paraná y es una pieza esencial de La Creciente.

Violeta Bernasconi

-Violín -

Violeta se crió en una casa llena de música gracias a una madre que fue pionera en música electroacústica en Argentina. Egresada y docente en la EMPA de violín y folklore, formó parte de diversas agrupaciones musicales de folklore y tango de Buenos Aires. Actualmente es  docente en la Orquesta de niños del Delta Haroldo Conti y en la ETAARF de Morón.
Viole vive en las islas del Delta desde el año 2016, actualmente en el Río Carapachay, junto a su hija Irupé.

Marcos

-Contrabajo -

Nacido en la parte sur del corazón de Buenos Aires, el cuarto de seis hermanos, siempre tocó la guitarra entre amigos. Cuando fue a anotarse al conservatorio de música (EMPA), no había mas lugar para guitarra y entonces se anotó en bandoneon secretamente guiado por la estrella de Astor Piazzolla. Terminó estudiando con Alejandro Barletta, Rodolfo Mederos, Walther Castro y Santiago Segret. Formó parte de la Orquesta Típica La Vidú, la Orquesta Típica Suburbana y la Academia Tango Club. Hoy vive en el Arroyo Espera, es profesor de música, y cuida abejas junto a sus vecinos. Es un orgulloso integrante de La Creciente y un amante del delta por elección.

Fernando Rodríguez

- Violín -

Originario de Lomas de Zamora, heredó el amor por el tango y el arte de su abuelo, parte de la bohemia tanguera de la época de oro del tango. Amante de los matices y las sutilezas de Di Sarli y de la expresividad de Pugliese, Mati se suma a La Creciente cuando soplan vientos de sudeste, completando el septeto junto a Lucho Ortiz, otro fueye de zona sur.

Formado en piano y música popular en el conservatorio de Avellaneda, formó parte de la Orquesta Misteriosa Buenos Aires, hasta que se enamoró de la isla en una primavera, y decidió jugársela de lleno por el delta. Hoy es maestro de isla en la escuela 8 del río Espera, e integra el grupo musical La Tubatango.